VILLAHERMOSA.
La mujer acusada de feminicidio enfrentará proceso en la cárcel. Testimonio de una amiga señala que la feminicida estaba alcoholizada.
ÁNGEL CASTRO
GRUPO CANTÓN
Un juez en audiencia determinó vincular a a proceso a la colombiana Gina Briget Rusy, señalada de cometer feminicidio contra su hija, quien fue encontrada sin vida, el pasado 30 de agosto, en un departamento de la colonia Bosque. En términos llanos significa que la madre enfrentará proceso en la cárcel, lugar donde podría permanecer 50 años, de ser declarada culpable.Hasta ahora, según se desprende de la carpeta de investigación número 1231/2021, las pruebas y testimonios apuntan a que la mujer asfixió a su hija con una almohada y luego tomó un cuchillo y le causó varias heridas.De acuerdo a la fiscalía, tras cometer feminicidio, la mujer de 26 años se puso a beber hasta estar alcoholizada. Siguiendo un plan premeditado, en ese estado inconveniente se presentó ante la fiscalía pidiendo auxilio.A esa hora, vecinos de la colonia El Bosque habían dado la voz de alerta a las autoridades ante el hallazgo en un departamento de una niña apuñalada.Los agentes retuvieron a la madre como sospechosa del haber cometido el asesinato. Ella no se resistió, pero fingió demencia al señalar que no recordaba ni sabía nada.
SIEMPRE ESTABA
CON LA BOTELLA
Entre los testimonios recogidos para la investigación sobresale el de una amiga de la colombiana y su actual pareja. Esta cuenta que Gina Briget tenía serios problemas con el alcohol, que se agravaron cuando la mujer se quedó a vivir en Villahermosa, sola con su hija. La pareja había llegado junta de Sudamérica pero sólo él habría podido alcanzar los Estados Unidos, dejando atrás a su familia.
Sin el apoyo de su esposo, Gina Briget tuvo que trabajar en bares de la ciudad, donde finalmente encontró una nueva pareja. Recientemente, su actual compañero había descubierto mensajes comprometedores de la colombiana, y terminó marchándose del hogar.
Gina Briget comenzó a tocar fondos con la botella. No tardaron los vecinos en quejarse con el dueño del departamento, y éste en pedir a la mujer y a su hija abandonar el lugar.
ESE DÍA MADRE
ESTABA TOMADA
El 30 de agosto, la amiga junto con el ex cónyuge de la colombiana se presentaron en el departamento del edificio 106, de la calle Cedro, en la colonia El Bosque. La intención era encargarse de la niña hasta que Gina Briget pudiera estar sobria.
Al entrar a la habitación, encontró tomada a la colombiana. La amiga quiso rescatar a la niña, pero la ahora imputada criminal le gritó: «no agarres a mi hija, déjala donde estaba».
La colombiana, en estado de ebriedad, pudo alcanzar un cuchillo y esgrimirlo contra la amiga, que mejor optó por retirarse, dejando la criatura acostadita en la cama. Fue la última vez que vio a la bebita.
